Cuando la temperatura ambiente desciende por debajo del punto de congelación (0 °C/32 °F), el refrigerante dentro de una fuente láser puede congelarse y expandirse, lo que supone graves riesgos para los componentes ópticos y mecánicos internos. En casos extremos, el refrigerante congelado puede romper las tuberías y dañar permanentemente el láser, lo que provoca tiempos de inactividad y costosas reparaciones. Para evitar estos incidentes, es fundamental tomar medidas anticongelantes proactivas para proteger su equipo láser durante la temporada de frío.
1. Condiciones de trabajo recomendadas
Para garantizar un rendimiento óptimo y evitar problemas relacionados con el congelamiento, mantenga el láser en el siguiente entorno:
- Temperatura ambiente: 10 °C–40 °C (50 °F–104 °F)
- Humedad: 10%–70%
Temperatura del agua de refrigeración:
- Circuito de baja temperatura: 25 °C (refrigeración principal)
- Circuito de alta temperatura: 28 °C (QBH/cabezal láser)

2. Precauciones de funcionamiento diario
Mantener un ambiente controlado:
Instale el láser en una habitación con aire acondicionado para mantener la temperatura de funcionamiento entre 10 °C y 40 °C, con una humedad inferior al 70 %.
Establecer temperaturas de agua adecuadas:
Mantenga el agua a baja temperatura a 25 °C y el agua a alta temperatura a 28 °C para evitar la contracción o expansión térmica que podría dañar los componentes internos.
Agregue anticongelante cuando sea necesario:
Si la temperatura ambiente es inferior a 0°C, vacíe completamente el sistema y luego vuelva a llenarlo con una mezcla de 20% de anticongelante y 80% de agua purificada.
Para entornos inferiores a –10 °C, es posible aumentar la proporción de anticongelante (hasta un 30 %).
Nota: El anticongelante tiene una conductividad térmica menor y cierta corrosividad, por lo que debe reemplazarlo con agua purificada una vez que termine el invierno.
3. Precauciones de almacenamiento a largo plazo
Si el láser no se utilizará durante un período prolongado:
Drene completamente el agua del láser y del enfriador. Utilice aire comprimido para eliminar cualquier residuo de agua del sistema de circulación interno y así evitar la congelación, la corrosión y las obstrucciones.
Aplicar protección contra el polvo:
Envuelva el láser y el enfriador con film estirable o cúbralos con una tela a prueba de polvo para evitar la contaminación durante el almacenamiento.
4. Procedimiento de drenaje
Láseres de tipo gabinete:
Apague la energía, desconecte las mangueras de agua y sople aire comprimido en el sistema para eliminar el agua residual.

Láseres montados en bastidor:
Siga el mismo procedimiento: apague, desconecte y sople el agua restante.

Unidades enfriadoras:
Drene el tanque, desconecte las mangueras, sople el agua restante y limpie bien el tanque.


5. Proporciones de mezcla de anticongelante
- Below 0°C → Use 20% antifreeze + 80% water
- Por debajo de –10 °C → Aumentar el anticongelante hasta un 30 %
Seleccione un anticongelante cuyo punto de congelación sea ligeramente inferior a la temperatura mínima local (más bajo no siempre es mejor).
Recordatorio: El anticongelante no puede sustituir permanentemente al agua desionizada o destilada. Después del invierno, limpie el sistema y vuelva a usar agua purificada como refrigerante.
6. Recomendaciones de seguridad adicionales
Utilice un enfriador de doble función equipado con capacidad de calefacción y manténgalo funcionando continuamente para garantizar la circulación del agua.

Antes de encender el láser en condiciones de frío, verifique el estado del refrigerante. Si el sistema estuvo inactivo o se interrumpió la alimentación, asegúrese de drenar toda el agua y limpiar el sistema con aire comprimido.
Si su láser incluye una unidad de aire acondicionado, limpie los filtros de aire periódicamente:
- Cada 2 semanas (si se instala en una habitación con temperatura controlada)
- Semanal (en entornos no controlados)
- Diariamente (en sitios hostiles o polvorientos)

Conclusión
Evitar que su láser se congele no es solo una medida de mantenimiento, sino una protección esencial para su inversión. Siguiendo estas pautas, garantizará un rendimiento estable, reducirá el tiempo de inactividad y prolongará la vida útil de su equipo láser durante el invierno.
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